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VIATOR: del anonimato a la fama.

Antes de 1825, San Viator era un desconocido. Debe al P. Querbes su gloria póstuma. En 1826, cuando sueña con una agrupación de catequistas, es atraído por el ejemplo de este "lector" lionés de los primeros siglos. Decide incluso dar su nombre a su Asociación, llegando a ser los Clérigos de San Viator.

Hoy, San Viator es conocido. Personas e instituciones escolares, parroquias e iglesias, centros de formación, calles y parques se honran de llevar el nombre de San Viator, que resuena como una invitación al viaje y la aventura ... Los hijos e hijas espirituales de Querbes, religiosos y asociados gustan de llamarse Viatores.

VIATOR: lector y catequista.

El P. Luis Querbes es atraído por la vida de San Viator, su nombre figura el 21 de octubre en el calendario de los santos de la diócesis de Lyon. En el s. IV, según la bibliografía, Viator es asistente del obispo San Justo en su trabajo pastoral.
Con el título de "lector" Viator tenía el mandato de guardar la Biblia y de hacer la proclamación en las celebraciones litúrgicas. Como catequista instruía a los nuevos bautizados y les acompañaba en su camino de fe.
Es en el ejercicio de estas funciones en el que Viator llega a ser un santo reconocido por la Iglesia. Querbes ha visto en el un excelente modelo, una inspiración para sus catequistas.

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